El principio Coriolis mide directamente el caudal másico a través de la deformación inducida en un tubo oscilante por efecto del flujo. Cuando el fluido circula, genera una fuerza de Coriolis proporcional a su masa, que es detectada por sensores.
Es una tecnología sin partes móviles, robusta y confiable, insensible a cambios de presión, temperatura, densidad o viscosidad. Admite gran variedad de fluidos, incluidos abrasivos y corrosivos.
Este tipo de caudalímetro utiliza ondas ultrasónicas para medir la velocidad del fluido, aplicando el principio del tiempo de tránsito: las ondas viajan más rápido a favor del flujo que en contra. Midiendo esta diferencia, se calcula el caudal volumétrico.