Basado en la ley de Faraday, este principio mide el caudal volumétrico de líquidos conductivos mediante la tensión inducida al pasar por un campo magnético. Esta tensión es proporcional a la velocidad del flujo y se traduce en una señal eléctrica por medio de electrodos.
Es una tecnología sin partes móviles, robusta y confiable, insensible a cambios de presión, temperatura, densidad o viscosidad. Admite gran variedad de fluidos, incluidos abrasivos y corrosivos, siempre que tengan una conductividad mínima (desde 5 μS/cm).
Principales aplicaciones
Industria del agua y aguas residuales: Aplicaciones simples de agua (agua potable, cruda, salada, aguas residuales, agua calentada y enfriada). Extracción y riego. Sistemas de circulación y tratamiento de agua (productos químicos de tratamiento). Agua industrial (agua de proceso o de producción, agua de refrigeración, agua de alimentación de calderas).
Industria agrícola: Lodos, estiércol, barro, purines.
Industria de pulpa y papel: Pulpa de papel. Productos químicos (licor negro, lejía)
Maquinaria y aparatos: Sistemas de dosificación y mezcla, sistemas de manipulación de productos químicos, sistemas contra incendios, sistemas de filtración, control de bomba, sistemas de transferencia de calor y refrigeración. Máquinas llenadoras-embotelladoras.